La
diferencia entre el total utilizado y lo efectivamente consumido lo llamamos
residuo. Esta denominación agrupa todos
aquellos materiales desechados por la población. Su origen puede ser: doméstico, comercial, institucional,
industrial o derivados de la construcción.
Aunque no siempre se trata de cosas para tirar o destruir. En muchos casos, los componentes y la energía
de estos materiales pueden ser un recurso a potenciar y recuperar.
Existen
procedimientos que permiten el aprovechamiento de los recursos contenidos en
los residuos sin poner en peligro la salud humana y sin utilizar métodos que
puedan causar perjuicios al medio ambiente.
Cualquier proceso que cumpla con estas especificaciones se conoce como valorización. Un concepto que elimina la condición de desecho de una sustancia, permitiendo
asignarle un valor económico directo o indirecto posibilitando su integración
al circuito económico.
La
aplicación exitosa de este procedimiento, implica un uso más racional de los
recursos y una menor demanda de energía, así como la disminución de los efectos
desfavorables en el ambiente derivados de las actividades productivas.
La
valorización puede darse en origen; recogiendo los residuos de manera selectiva
en los domicilios de los ciudadanos o en puntos de aporte voluntario y
almacenamiento voluminoso especialmente creados para estos fines. También puede ser en destino; a través de
plantas de recuperación en bruto de residuos sólidos urbanos.
De
estas, la opción más efectiva es la valorización en origen aunque esto implica
una mayor participación ciudadana que posibilite una recogida selectiva. En las ciudades y pueblos dominicanos, este
desafío fue abordado en sus inicios de manera informal. Aunque hoy día algunos
materiales como papel, cartón, vidrio, hierro y otros metales, se han convertido
en mercancía de un pujante mercado que incluso ha adquirido proyección
internacional.
La
materia orgánica se puede valorizar mediante compostaje o digestión anaerobia
aunque como suele estar mezclada con otros residuos, el proceso se vuelve más complicado. De todos modos, su aprovechamiento para
elaboración de abonos garantiza un sistema económico y ambientalmente adecuado.
Uno
de los principales desafíos ambientales del país es la adecuada gestión y
disposición final de los residuos. El
problema no se resuelve llevándose la basura del frente de nuestras casas.
En
algunos municipios, la recogida de la basura es un lucrativo negocio para
ayuntamientos y unas cuantas empresas privadas.
Para otros, el tema aun es una asignatura pendiente; pero ninguno de los
237 vertederos identificados[1] en el país, cuenta con un
sistema de gestión de desechos que permita su valorización.
La
mayor parte de los residuos urbanos posee componentes que pueden separarse y
ser recuperados como subproductos, nutrientes orgánicos e incluso energía por
lo que pueden valorizarse y/o reciclarse. Los “buzos” lo saben y han hecho de
la basura su medio de vida aunque operando con un esquema limitado de negocios
y en condiciones de gran riesgo e insalubridad.
Una
ventaja añadida de la valorización es que reduce el volumen de residuos que
llegan al vertedero como destino final, lo que alarga su vida útil y disminuye
el impacto ambiental negativo derivado de las acciones humanas.
La
producción de desechos es inevitable y esto no puede seguir viéndose como un
problema. Una aproximación diferente
como la valorización, permitiría a la comunidad disponer de un sistema
ambientalmente adecuado para la gestión de sus residuos. Adicionalmente, una adecuada combinación de
medidas económicas, financieras y fiscales, podría fomentar negocios que
impulsarían la economía local al tiempo que promovería la eliminación de
residuos.
Bibliografía
Secretaría
de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Los residuos y su valorización. Recuperado el 22 de julio de 2012 de:
Ley
10/1998 de 21 de abril, de Residuos.
(Vigente hasta el 30 de julio de 2011) España
Ibáñez
J.R. y Corroppoli M. D. (2002) Valorización de Residuos Sólidos Urbanos.
Recuperado el 22 de julio de 2012 de:
Alcántara
Y. (9 de abril de 2012) Un país con demasiados vertederos, Diario Libre.
Recuperado el 28 de agosto de 2012 de:
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