El carbono capturado por los ecosistemas costeros y marinos, como los manglares, los pastos marinos y las marismas (1) es conocido como carbono azul, para diferenciarlo del carbono verde que es el capturado por los bosques terrestres.
La esquina del buen ambiente:
Aspectos interesantes sobre el medio ambiente y la otra mitad
¿Se puede vivir de espaldas al mar?
República Dominicana es un archipiélago conformado por la parte occidental de la isla de Santo Domingo o La Española, así como por un conjunto de 150 islas menores, islotes, cayos, un elevado número de arrecifes, emersiones en bajamar, bancos y estrechos marinos y las aguas que interconectan todas estas formaciones (1). El país tiene 1.576 km de costa (2) y una “Zona económica exclusiva[1]”, espacio marino, de 238.250 km2 (3). Es decir, un área casi cinco veces mayor que nuestra extensión territorial (4).
El círculo de la economía circular
“La economía circular, es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido.” (1) Esto implica reducir al mínimo los residuos y extender al máximo la vida útil de los productos.
El capital puede salvarnos
Las inversiones condicionadas a una rentabilidad a corto plazo han hecho que la producción deje de verse como la base de generación de riquezas, desnaturalizando la actividad económica, creando formas de concentración de capital con nuevas estrategias societarias y mercantiles, basadas en recortar costos y evadir al máximo cualquier responsabilidad laboral, social o medioambiental. (1)
El agua cotiza en Wall Street; mal asunto.
Hace unos días, medios de comunicación de todo el mundo se hicieron eco de la noticia de que el agua había comenzado a cotizar en el mercado de futuros de materias primas[1] de Wall Street como lo hacen el oro, el café, el petróleo o el cacao. Una particularidad de estos contratos es que no requieren la entrega física del agua, son puramente financieros. Así, el precio, inicialmente previsto para el estado de California, de EE.UU.AA., podría convertirse en un pernicioso referente para los mercados del agua en otras partes del mundo.