El capital puede salvarnos

Las inversiones condicionadas a una rentabilidad a corto plazo han hecho que la producción deje de verse como la base de generación de riquezas, desnaturalizando la actividad económica, creando formas de concentración de capital con nuevas estrategias societarias y mercantiles, basadas en recortar costos y evadir al máximo cualquier responsabilidad laboral, social o medioambiental. (1)