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Huella de carbono

Casi todas las actividades que realizamos así como los bienes que consumimos o utilizamos implican consumo energía, lo que significa emitir a la atmósfera gases de efecto invernadero (GEI) que generan calentamiento global y contribuyen al cambio climático.  Este impacto ambiental, se estima mediante un inventario de emisiones que se realiza siguiendo normativas reconocidas como por ejemplo ISO 14064-1, PAS 2050 o el GHG Protocol.

Los GEI más importantes son vapor de agua, dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y ozono (O3) otros gases con efecto similar son óxido nitroso (N2O) y los clorofuorocarbonos (CFC). A pesar de que el gas más abundante es el vapor de agua, el que más contribuye a generar este efecto es el CO2 por lo que esta molécula se ha tomado como referencia y los demás gases emitidos se miden en unidades de dióxido de carbono equivalentes.

La totalidad de GEI emitidos por efecto directo[1] o indirecto[2] de un individuo, organización, evento o producto se conoce como huella de carbono y se mide en masa (g, kg, t ...) de CO2 equivalente (CO2e o CO2eq) por lo general su cálculo se basa en las emisiones de los 12 últimos meses.

En el caso de un producto, el análisis abarca todas las etapas del ciclo de vida desde la obtención de materias primas, hasta el tratamiento de desperdicios, pasando por la manufacturación, la comercialización y el transporte., La huella de CO2 es la medida del impacto que provocan las actividades humanas en el medio ambiente.

La medición de la huella de carbono es de utilidad para las organizaciones y la industria pues ayuda a identificar las fuentes de emisiones de GEI de un producto. Lo que permite definir mejores objetivos, así como políticas de reducción de emisiones más efectivas e iniciativas de ahorros de costo mejor dirigidas, todo ello producto de un mejor conocimiento de los puntos críticos para la reducción de emisiones, sean o no responsabilidad directa de la organización.

La preocupación por el cambio climático ha llevado a las organizaciones socialmente responsables a añadir un elemento más de concienciación asumiendo y promoviendo la adopción de prácticas más sostenibles entre los ciudadanos.  Así, han surgido respuestas como la neutralidad climática o como el etiquetado ambiental o ecológico.

La idea de la neutralidad climática es simple: para la protección del clima, importa poco dónde se produzcan o dónde se eviten las emisiones de GEI.  Por lo tanto, el impacto pernicioso para el planeta que se produce en un lugar A, puede neutralizarse con actividades de protección del clima en un lugar B. Esta lógica enmarcada en el contexto del protocolo de Kyoto, permitió la creación del mercado de carbono[3] durante la década de los 90 del siglo pasado.

Las compañías pueden comprometerse voluntariamente con actividades económicas sin efectos en el clima para sus reuniones o productos, y pueden asimismo utilizar la calificación de "impacto neutro en el clima" por ejemplo, la pasada Copa del Mundial de Alemania se organizó respetando la neutralidad climática.

El etiquetado ecológico por su parte, hizo su aparición en el Reino Unido en el 2007 extendiéndose rápidamente por el continente.  A la fecha ya ha se encuentra en otros países como China, Corea, Estados Unidos, Japón y Tailandia.  Consiste en una etiqueta que indica la cantidad de emisiones de CO2 relacionada con el producto.  Esto permite a los consumidores decidir qué artículos o alimentos comprar en base a la contaminación generada como resultado de los procesos por los que ha pasado.

Esta información no es obligatoria, pero muchas empresas están interesadas en que sus productos lleven la etiqueta que certifica los valores de CO2 de sus productos, ya que así los consumidores podrán optar por los productos más sanos y menos contaminantes.  Adicionalmente grandes superficies como Wal Mart y Tesco están requiriendo a sus proveedores colocar esta información.  Por otro lado, desde julio de 2011, Francia cuenta con un programa experimental de etiquetado ambiental multicriterio.

En Internet se pueden encontrar diferentes herramientas que permiten medir la huella de carbono con solo introducir algunos datos acerca de las actividades cotidianas. No obstante, se debe tener cuidado al utilizar sistemas de cálculo foráneos, ya que muchas veces los parámetros utilizados para medir las emisiones de un país o región son muy distintos a los que se utilizan en otros.

Cuando el cálculo se desea hacer a nivel de una organización se diferencia entre:
  • La huella primaria mide nuestras emisiones directas de CO2, asociadas a una actividad o proceso generado por la empresa y sobre las que tenemos un control directo; incluye el consumo doméstico de energía y la quema de combustibles fósiles del transporte. 
  • La huella secundaria mide nuestras emisiones indirectas de CO2, que resultan de considerar el ciclo de vida completo de los productos que utilizamos, y que incluye su fabricación y su descomposición definitiva. No se dispone ningún tipo de control sobre las mismas. En algunos textos las dividen en Indirectas tipo II; atribuibles a la utilización de  energía eléctrica por parte de la organización (aunque las emisiones se generan  en la central eléctrica)  e Indirectas tipo III; atribuibles a los productos y servicios de la organización (por ej. transporte de las materias primas para que la organización realice el producto final)
La Huella de Carbono puede fortalecer las relaciones entre compañías y proveedores, particularmente si esto implica oportunidades de ahorro en los costos sobre de la cadena de proveedores. Informando sobre la huella de carbono de un producto, se genera un compromiso y se nos da la oportunidad como consumidores de reducir nuestro propio impacto sobre el cambio climático.

Bibliografía
CEPAL, Proyecto Strengthening the national capacities of export sectors in Latin America and the Caribbean to meet the challenges of climate change” (2012-2014) Recuperado el 10 de mayo de 2013 de http://www.eclac.org/comercio/tpl/contenidos/HC-Perfil_proyecto_resumido-10012012.pdf

García Cartagena C. (3 de noviembre de 2012) Del efecto invernadero al calentamiento global. Recuperado el 10 de mayo de 2013 de http://buen-ambiente.blogspot.com/2012/11/del-efecto-invernadero-al-calentamiento.html

Programa Bosques procarbono UACh (n/d) Huella de carbono.  Recuperado el 10 de mayo de 2013 de http://www.uach.cl/procarbono/huella_de_carbono.html


Wikipedia (n/d) Huella de carbono. Recuperado el 10 de mayo de 2013 de http://es.wikipedia.org/wiki/Huella_de_carbono

Sistema Nacional de Información Ambiental (SINIA) de Chile (n/d) ¿Qué es el mercado de carbono? Recuperado el 11 de mayo de 2013 de http://www.sinia.cl/1292/w3-article-48293.html

Wikipedia. (n/d) Bonos de carbono. Recuperado el 11 de mayo de 2013 de http://es.wikipedia.org/wiki/Bonos_de_carbono

Heura. Expertos en medio ambiente industrial.  Cálculo de la huella de carbono. Recuperado el 18 de mayo de 2013 de http://heuramedioambiente.wordpress.com/2013/05/17/calculo-de-la-huella-de-carbono/ 


[1] Emisiones directas son las que el productor controla directamente: consumo eléctrico, combustibles fósiles, insumos, proceso productivo, embalajes, entre otras.
[2] Emisiones indirectas son las derivadas de actividades tercerizadas, como el transporte, la distribución y la comercialización, que el productor no controla directamente.
[3] Un sistema de comercio a través del cual los gobiernos, empresas o individuos pueden vender o adquirir reducciones de gases efecto invernadero. Las reducciones de emisiones de GEI se miden en toneladas de CO2 equivalente, y se traducen en Certificados de Emisiones Reducidas (CER). Un CER equivale a una tonelada de CO2 que se deja de emitir a la atmósfera, y puede ser vendido en el mercado de carbono a países Anexo I (industrializados, de acuerdo a la nomenclatura del protocolo de Kioto)

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