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Polución química - Los límites de la Tierra VIII


En la naturaleza siempre han existido compuestos químicos peligrosos aunque, por lo general, están bajo formas en las que difícilmente puedan interactuar con la mayoría de los seres vivos.

La dispersión o recombinación de sustancias generadas por los residuos de procesos biológicos o industriales, genera una contaminación intensa y dañina en el medio natural (agua, suelo o aire) capaz de alterar de forma notable los procesos que sustentan la vida.  Este fenómeno es uno de los límites del sistema tierra; se conoce como polución química y su magnitud es tal, que en muchos casos sobrepasa la capacidad depurativa de la naturaleza. 


Según su origen, los diferentes tipos de contaminantes pueden ser biogénicos o naturales y  antropogénicos o artificiales.  

Los biogénicos se originan por causas naturales (erupciones volcánicas, emanaciones gaseosas del subsuelo, partículas de la erosión de rocas y suelos, incendios forestales, etc.) se presentan de forma aislada o intermitente y normalmente son neutralizados por la autoregeneración de la naturaleza.

Los artificiales o antropogénicos son producto de actividades humanas y se subdividen, a su vez, en artesanales y en industriales. Los contaminantes artesanales no suelen ocasionar problemas, salvo a las personas expuestas a su manipulación. Sin embargo, los industriales, son continuos y progresivos, afectan a los trabajadores así como al medioambiente, ya que, la industrialización ha aumentado el ritmo de extracción, utilización y dispersión de minerales y compuestos químicos posibilitando la fabricación de productos sintéticos.

Desde la Segunda Guerra Mundial, se han creado más de cien mil nuevas sustancias químicas que no existían en la naturaleza y se han liberado ingentes cantidades de otras sustancias que, aunque son naturales, como el plomo o el mercurio, no estaban diseminadas por la tierra en las proporciones y la forma en que están hoy día. 

Entre las actividades humanas que provocan esta situación, cabe destacar el uso masivo de combustibles fósiles así como los residuos de actividades mineras, industriales, urbanas y agropecuarias. Esto se agrava con la intervención de la industria química debido al uso de sustancias biopersistentes y acumulativas que se incorporan a compuestos sólidos, líquidos y gaseosos, que pueden alterar tanto la composición normal del agua como la de la atmósfera y acumularse en los vegetales, la leche, los huevos o la carne que consumimos. La polución química también puede ser producida por formas de energía como variaciones de temperatura o radiaciones ionizantes.

La propagación de sustancias contaminantes impacta en mayor o menor grado a todos los sistemas y formas de vida.  Se tiene constancia del efecto negativo sobre la salud de personas y animales, del daño a los vegetales y del deterioro a los materiales.  Igualmente, de la disminución de los niveles de calidad de vida de la población, al influir en variables climáticas, como la visibilidad y la radiación solar media, que perjudican los procesos de producción. En consecuencia, la polución química constituye una amenaza grave para la supervivencia humana. 

Estas nocivas consecuencias, han obligado a tomar medidas para regular las actividades que provocan este daño, a través de la adopción de normas toxicológicas o de valores umbrales internacionales así como leyes y normativas.  A pesar de ello, los pesticidas utilizados en la producción agropecuaria, son una fuente constante de exposición a sustancias tóxicas contaminantes que están ligadas a casos de cáncer, problemas reproductivos, del sistema inmunológico o del sistema nervioso.

En este contexto, cientos de toneladas de pesticidas se integran, cada día, a los ciclos naturales alterando el medio físico de tal manera que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 25 millones de personas enferman, cada año, a causa de los pesticidas.  Del mismo modo, este organismo sostiene que el 23% de las enfermedades y el 24% de los fallecimientos están relacionados con el estado del medio ambiente.

Es por esta razón, que en el 2004, un grupo de personalidades de la comunidad científica e intelectual a nivel internacional, convencidos de la urgencia y gravedad de esta situación, firmaron en París la “Declaración internacional sobre los peligros sanitarios de la contaminación química” mejor conocida como “El llamamiento de París.”

Este documento plantea que la contaminación química, bajo todas sus formas, se ha convertido en una plaga producida por los seres humanos que contribuye con el calentamiento global y la desestabilización climática al provocar una degradación del medio ambiente, ocasionando el desarrollo de numerosos padecimientos que la medicina moderna no consigue detener.  Afirma que estando en peligro nuestra salud, la de nuestros hijos y la de las generaciones futuras, es la especie humana la que está en peligro”.

La declaración menciona sustancias que son causantes de malformaciones congénitas, disminución del cociente intelectual, perturbadoras del equilibrio hormonal, cancerígenas, mutagénicas, tóxicas, esterilizantes (15% de las parejas europeas son estériles) y alergénicas, que inducen enfermedades respiratorias como el asma, o enfermedades degenerativas del sistema nervioso en los adultos y en los niños; otras que soninmunotóxicas, induciendo déficits inmunitarios en particular en los niños, que son generadores de infecciones sobre todo víricas”.

Desde hace más de 20 años, en la República Dominicana se toman medidas para prohibir la importación, elaboración, formulación, comercialización y utilización de algunos plaguicidas.  No obstante, el uso de estas sustancias está muy extendido y ni su mercadeo, ni su aplicación son controlados de manera efectiva. 

Tampoco se actúa con la suficiente rapidez, ni determinación, ante los cambios de reglamentación que se realizan en importantes mercados como la Unión Europea o los EE.UU. donde muchos plaguicidas descontinuados o prohibidos se siguen utilizando en el país en productos orientados a la exportación. 

El incumplimiento de las reglas fitosanitarias incide en nuestras exportaciones[1], daña la imagen del país a nivel internacional, compromete la biodiversidad y coloca a los ciudadanos en una situación de desprotección, ante la ausencia de garantías y estándares mínimos de calidad y seguridad.

A pesar de todos los males señalados, los científicos indican que aún no hemos sobrepasado el límite de la polución química que la tierra puede asimilar. En nuestras manos está tomar medidas para no hacerlo.

Como hemos visto, las consecuencias de la polución química son devastadoras.  Las autoridades deben revisar y actualizar de manera periódica las regulaciones y las normas para la producción y procesamiento de alimentos así como de otros productos de consumo; enfatizar su cumplimiento y en caso contrario aplicar sanciones.  En el sector agrícola, el cultivo de hortalizas, frutales y vegetales podría basarse por completo en sistemas de producción orgánica.

Las empresas y productores, de modo particular, podrían adoptar sistemas de certificaciones lo que eventualmente llevaría a trabajar con proveedores certificados creando una cadena de valor que asegura a los clientes, la calidad e inocuidad de sus productos. 



[1] La exportación de vegetales representa un mercado de más de 500 millones de dólares anuales para el país. Los productos que no consiguen pasar los exámenes de control de calidad, son devueltos al puerto de origen. 


Bibliografía:
Diccionario RAE de la lengua española - vigésima segunda edición Recuperado el 21.04.2012 de: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=cultura

La pandemia química: una amenaza real. Fondo para la defensa de la salud ambiental-FODESAM. Recuperado el 21 de abril de 2012 de: http://www.fondosaludambiental.org/?q=node/50

Llamamiento de parís. Verde. Recuperado el 21 de abril de 2012 de:

Pesticidas, venenos confesos. Fondo para la defensa de la salud ambiental-FODESAM. Recuperado el 21 de abril de 2012 de: http://www.fondosaludambiental.org/?q=acercadepesticidas01

Contaminación hídrica. Wikipedia. Recuperado el 21.04.12 de:

Un 24% de las muertes, ligadas al medio ambiente. Fondo para la defensa de la salud ambiental-FODESAM. Recuperado el 21 de abril de 2012 de: http://www.fondosaludambiental.org/?q=node/36

CNMSF. Plaguicidas restringidos y prohibidos en República Dominicana. Recuperado el 29 de julio de 2012 de: http://www.cnmsf.gob.do/Generalidades/CuarentenaVegetal/RegistrodePlaguicidas/PlaguicidasRestringidosyProhibidosenRepDom/tabid/194/Default.aspx

Soldevila, M. I. (13 de septiembre de 2010) Pesticidas en legumbres de RD bloquean su entrada a Europa. Listin Diario. Recuperado el 29 de julio de 2012 de:

Ferris i Tortajada J. et al. (nd) Polución atmosférica por contaminantes químicos. Recuperado el 1º de agosto de 2012 de: http://www.bvsde.paho.org/bvsacd/cd27/atmosfera-am.pdf

González L. (18 de junio de 2012) imágen. La contaminación hasta el fondo. Recuperado el 3 de agosto de 2012 de: http://lacontaminacionlevibenjamincarlosluis.blogspot.com/




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