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Refugiados ambientales

La condición de refugiado ambiental,aplica a las personas que se han visto obligadas a migrar a otros lugares debido a que la degradación medioambiental experimentada en su tierra de origen, ha minado sus medios de sustento. (1) El daño puede ser debido a razones naturales o por la acción humana; puede afectar a una o varias familias y en las situaciones más graves, a pueblos o ciudades enteras.

Recientemente, el Distrito Municipal de Boca de Cachón en la provincia de Independencia, tuvo que ser reubicado en un nuevo emplazamiento debido a la crecida del Lago Enriquillo que afectó unas 13.200 Ha equivalentes a 210.000 tareas nacionales.

Este suceso evidencia de manera dramática, que los problemas ambientales tienen impactos financieros y consecuencias socioeconómicas.  La gente de esta comunidad perdió sus medios de vida y propiedades, viéndose obligada a un desplazamiento forzado.  El gobierno por su parte, se vio obligado a financiar la construcción del nuevo poblado a un costo superior a los RD$1.030 millones de pesos dominicanos (2) equivalentes a unos 24 millones de dólares.

Esta reorientación del gasto público representa el 0,17% del presupuesto nacional para el 2014. A nivel sectorial, equivale al 34,29% del presupuesto asignado al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales para este año y es 10 veces superior a lo previsto para todo el sistema nacional de áreas protegidas (3).

Reubicar 560 familias afectadas (4) no es el fin de la historia. También se han acondicionado nuevas áreas de cultivo (preparación de terreno, sistemas de riego) para apoyar a los agricultores que perdieron casi todo por lo que el gasto de inversión del gobierno aún no termina.

Preocupa además, que el problema ambiental causante de estas pérdidas no ha sido atajado, lo que se ha hecho es dar una respuesta social a un problema ambiental. La intervención se ha limitado al desarrollo de nueva infraestructura física y eventualmente, este esfuerzo puede no ser suficiente.

Se necesita también, invertir en infraestructura verde. Es decir, en un sistema natural de soporte que ayude a mantener el funcionamiento de los procesos ecológicos, de modo que los ecosistemas continúen ofreciendo sus servicios de provisión de recursos y regulación de eventos extremos. De ahí la importancia de invertir en la protección y conservación del medio ambiente aunque no se vea la necesidad en el momento.

La reorientación forzada del gasto público debido a causas climáticas o ambientales como la analizada; reducen el ya de por sí estrecho margen de maniobra con que cuenta la administración pública y limita la efectividad de sus estrategias así como de sus políticas sociales y sectoriales. 

Esta realidad, plantea el reto de incluir la vulnerabilidad climática en el modelo de desarrollo que queremos como país, sobre todo en adaptar tanto el sistema financiero como nuestro marco fiscal a los desafíos del cambio climático.


Bibliografía
1. Zabala, Néstor. Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo. [En línea] [Citado el: 18 de mayo de 2014.] http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/186.
2. Oviedo, Christian. Danilo inaugura 560 viviendas Boca de Cachón. El Nacional. en línea, 23 de abril de 2014.
3. Ministerio de Hacienda. Ley de Presupuesto General del Estado correspondiente al 2014. Santo Domingo: Dirección General de Presupuesto, 6 de noviembre de 2014.
4. Rosa, Adalberto de la. El presidente inaugura Boca de Cachón; pide a la gente "defender su pueblo". Diario Libre. 24 de abril de 2014.
5. Alianzas económicas entre ecosistemas empresariales y naturales: las iniciativas Empresa y Biodiversidad. Murillo, Amanda del Río. s.l. : Ambientum.com, abril de 2014, Ecotimes.


1 comentario:

  1. Me resultó muy llamativa la parte del artículo que evidencia la importancia de no arrancar de rápido con acciones desconectadas del panorama grande, el contexto general de las cosas, resulta una especie de metáfora, sólo que cargada de gran realidad y cierto matiz de emergencia. Me refiero a que lo hecho en lo relativo a Boca de Cachón, ha sido “dar una respuesta social a un problema ambiental”. Y que por el contrario el problema ambiental causante de estas pérdidas no ha sido atajado.

    Suscribo la quimera de incluir la vulnerabilidad climática en el modelo de desarrollo que queremos como país, adaptando lo financiero y nuestro marco fiscal a los desafíos del cambio climático.

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