El ciclo del Nitrógeno - Los límites de la Tierra V


Representación del Nitrógeno molecular

El nitrógeno es esencial para la vida. Interviene en la síntesis de proteínas, ácidos nucleicos y otras moléculas fundamentales del metabolismo de los seres vivos.  Fue descubierto en 1772 por Daniel Rutherford. En su estado natural, es un gas inodoro, insípido y poco reactivo que se encuentra en el aire como N2 ocupando el 79% del volumen de la atmósfera, lo que lo convierte en uno de los elementos más abundantes del planeta.  Esta gran reserva de nitrógeno sirve a la vez de válvula reguladora de un ciclo biogeoquímico que mantiene el equilibrio dinámico de la biosfera terrestre. 

Con excepción de algunas bacterias y algas, la molécula de N2 presente en el aire, no puede ser asimilada por los seres vivos.  El nitrógeno atmosférico sólo puede ser aprovechado en forma de moléculas inorgánicas (amonio, nitritos o nitratos). El proceso mediante el cual el nitrógeno gaseoso es convertido en un compuesto útil para las plantas y los animales; se llama fijación y ocurre de diferentes maneras. 

En las tormentas eléctricas, se sintetizan nitratos a partir del oxígeno (O2) y del nitrógeno (N2) del aire, que son conducidos hasta el suelo por la lluvia.  Unos 7.5 millones de toneladas de nitrógeno se hacen disponibles cada año por esta vía.  Otro mecanismo mucho más importante es la fijación biológica que, gracias a procesos metabólicos de algunos microrganismos, puede fijar hasta 44 millones de toneladas por año.

Una vez disponible en formas asimilables, las plantas absorben el nitrógeno y lo transforman en aminoácidos.  Los animales lo obtienen al comer plantas y otros animales. Cuando mueren, mediante el proceso llamado amonificación; los hongos y las bacterias desnitrificadoras descomponen los tejidos. El nitrógeno vuelve a estado molecular que se volatiliza y retorna a la atmósfera. 

A pesar del equilibrio de este ciclo natural, el nitrógeno suele ser un elemento que escasea y en consecuencia limita la capacidad productiva de muchos ecosistemas.  Cuando el suelo aporta suficiente nitrógeno a las plantas, estas crecen rápidamente.  En caso contrario, no crecen y son débiles.  En suelos poco fértiles, el rendimiento de las cosechas es bajo.  A fin de recuperar la fertilidad de los suelos “cansados” tradicionalmente, se utilizaron productos naturales ricos en nitrógeno como el estiércol del ganado, la gallinaza y el guano. 

La síntesis artificial del amoníaco, ha permitido fabricar abonos nitrogenados al punto de superar la producción natural de la tierra.  Se estima que la producción anual es de unos 120 millones de toneladas de nitrógeno sólido por lo que una parte sustancial del nitrógeno fijado se encuentra en los fertilizantes. 

El ciclo natural no puede asimilar por completo la aportación masiva de nitrógeno por lo que el efecto final de la fertilización termina siendo perjudicial para los ecosistemas.

Una parte del nitrógeno no asimilado por los cultivos se volatiliza y vuelve a la atmósfera aumentando la concentración de óxidos de nitrógeno NOx.  Estas moléculas están vinculadas al efecto invernadero que potencia el cambio climático y reaccionan con el agua formando ácido nítrico, que posteriormente es arrastrado por los vientos antes de descender con las lluvias y nevadas. Así las aguas y los suelos se vuelven ácidos a grandes distancias de las fuentes de emisión de los contaminantes.  En áreas donde el suelo está densamente compactado, la casi totalidad del agua caída, fluye hacia los lagos y otras corrientes intensificando así el problema.

La otra parte del nitrógeno no asimilado por las plantas, es lavado o arrastrado por agua de lluvia o de riego, contaminando así acuíferos, ríos, embalses, lagos y mares en un proceso conocido como eutrofización, que provoca un aumento de la vegetación y otros organismos que agotan el oxigeno e impiden el desarrollo de otras formas de vida.  Estas aguas se caracterizan por baja calidad, mal olor y ausencia de peces.  El problema se agrava si la eutrofización afecta fuentes de agua destinadas al abastecimiento urbano.

Como vemos, el sobrepasar el límite natural de fijación natural del nitrógeno, contamina las fuentes de agua y afecta la capacidad productiva de los ecosistemas y en consecuencia disminuyen los bienes, servicios y utilidades que podemos obtener de actividades productivas, recreativas o industriales. Un ejemplo concreto es la disminución de la captura de camarón en el Golfo de México debido a la hipoxia causada por los fertilizantes transportados por los ríos del Medio Oeste de los EE.UU.

Los efectos derivados de haber sobrepasado este límite son evidentes.  Existe un conocimiento limitado de la reacción del sistema tierra a nivel global, lo que genera gran incertidumbre.  Por tal razón, se deben aunar esfuerzos a nivel internacional para financiar proyectos de investigación y mejora de técnicas de producción que ayuden a remediar esta situación.


Bibliografía:

Ciclo del Nitrógeno. Tecnun. Recuperado el 5 de marzo de 2012 de:

Eutrofización de aguas. Ambientum.  Recuperado el 7 de marzo de 2012 de:

Preguntas frecuentes sobre el nitrógeno.  Fertimax. Recuperado el 6 de marzo de 2012 de:

Fundación universidad empresa de la provincia de Cádiz, módulo de ecología, 2007

Imagen de nitrógeno molecular. quimica.laguia2000.com. Recuperado el 17 de julio de 2012 de: http://quimica.laguia2000.com/conceptos-basicos/importancia-del-nitrogeno

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