El agua es un recurso limitado e insustituible, es clave para la salud de los ecosistemas, el
bienestar humano y el
desarrollo socioeconómico y sólo es un recurso renovable si está bien administrado.
(1) Por estas razones y
para promover los esfuerzos dirigidos a lograr el cumplimiento de los
compromisos contraídos en relación con el agua para 2015, la Asamblea
General de las Naciones
Unidas declaró la década 2005-2015 como el Decenio internacional para la
acción, “El agua, fuente de vida” (2).
Lamentablemente,
el final de este período llega en medio de una de las peores sequías que se
recuerde en el país, reduciendo a mínimos históricos el nivel de agua de las
presas, lo que ha obligado a racionar su distribución e imponer restricciones
para determinados usos.
La
República Dominicana tiene zonas con niveles
crónicos de carencia de agua y está catalogada como territorio con escasez
económica de agua[1].
Urge reconocer que tenemos
un problema creciente y que la falta de este líquido ya impacta sobre la
producción de alimentos, la seguridad energética, la salud humana y el
bienestar social, y en consecuencia, sobre la economía. (3)
El
agua es uno de los pilares del desarrollo sostenible. La expansión urbana
genera un aumento de la demanda de agua por encima de las capacidades de los
servicios de abastecimiento y saneamiento con que contamos. Esto crea un
círculo vicioso que afecta la calidad del agua, lo que a su vez, reduce su
disponibilidad.
Según expertos, el cambio climático exacerbará los riesgos asociados con variaciones en
la distribución y disponibilidad de los recursos hídricos (4) aumentando la
probabilidad de ocurrencia de desastres relacionados con el agua.
Es apremiante
cambiar de manera radical, el modo en que este recurso se gestiona y se utiliza. La crisis del agua es en parte un fallo en la gestión de
los asuntos públicos que dificulta la gobernabilidad; afecta la sostenibilidad
y reduce tanto el nivel como la calidad de vida de la población. (5) La protección y la conservación de las zonas productoras
de agua debe ser un tema de seguridad nacional y un punto prioritario en la
agenda pública.
Antes
de esta sequía, en el gran Santo Domingo no solo había un déficit de
agua potable de unos 7,3 m3/seg sino que se desperdiciaba cerca del
70% del agua servida. Este desperdicio se debe a fugas, averías, falta de
mantenimiento, así como al mal uso por parte de consumidores y consumidoras, y a
la ausencia de un plan coordinado de educación y concienciación por parte del Gobierno que
incluya al sector empresarial, la sociedad civil, las iglesias y demás sectores,
a fin de promover una cultura de uso responsable y de ahorro hídrico. (6)
La
necesitamos pero pocas personas se preocupan por cuidarla y no despilfarrarla, y
mucho menos en pensar que será uno de los principales problemas de mañana para
la niñez y la juventud de hoy. De nuestro comportamiento presente, dependerá
esa realidad futura.
Referencias
1. Organización de
las Naciones Unidas. Decenio Internacional pra la acción "El agua
fuente de vida" 2005-2015. www.un.org. [En línea] Departamento de
Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (ONU-DAES). [Citado el: 20
de mayo de 2015.] http://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/water_and_sustainable_development.shtml.
2. Resolución 58/217. Decenio Internacional para la
acción, "El agua, fuente de vida". Asamblea General de las
Naciones Unidas. Nueva York : s.n., 2003. Quincuagésimo octavo
período de sesiones, tema 95 del programa. pág. 2. A/RES/58/217.
3. Programa mundial de Evaluación de los Recursos
hídricos de las naciones Unidas. zaragoza.es. [En línea] 2012. [Citado
el: 26 de mayo de 2015.] http://www.zaragoza.es/contenidos/medioambiente/onu/789-spa-ed4-res4.pdf.
4. ONU Agua. unesco.org. [En línea] 2015. [Citado
el: 27 de mayo de 2015.]
http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/SC/images/WWDR2015Facts_Figures_SPA_web.pdf.
5. Organización de las Naciones Unidas. Agua para
todos, agua para la vida. Informe de las Naciones Unidas sobre el desarrollo
de los recursos hídricos en el mundo. Paris : UNESCO/Mundi-Prensa
Libros, 2003. pág. 36, Resumen ejecutivo.
6. Pantaleón, Doris. RD todavía cuenta con agua
suficiente; si sigue el mal uso, estudios indican que para el 2025 habrá
déficit en cuencas. Listín Diario. 18 de octubre de 2011.
7. UNESCO. Informe de las Naciones Unidas Sobre
el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo 2014. División de
Ciencias del Agua, UNESCO, Secretaría del Programa Mundial de Evaluación de
los Recursos Hídricos. Perusa, Italia : s.n., 2014. pág. 12, Resumen
Ejecutivo. SC-2014/WS/4.
8. Connor, R. y Koncagül, E. unesco.org. [En línea]
2015. [Citado el: 27 de mayo de 2015.] http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/SC/images/WWDR2015ExecutiveSummary_SPA_web.pdf.
[1] Situación en la que los capitales humano,
institucional y financiero, limitan el acceso al agua aun cuando existe
disponibilidad natural en el área para cubrir la demanda humana. Los recursos hídricos son abundantes en
relación con el uso; se retira menos del 25% del caudal de los ríos para uso
humano y, sin embargo, existe la desnutrición.
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