Ozono estratosférico - Los límites de la Tierra IX

El ozono es una sustancia natural presente en la atmósfera en muy pequeñas proporciones.  Está formado por tres átomos de oxígeno y se genera por acción de la radiación ultravioleta (UV) que disocia el oxígeno molecular (O2) en dos átomos los cuáles se recombinan con otra molécula de O2 formando moléculas de Ozono (O3).  A temperatura y presión ambiental, es un gas de olor acre y ligeramente azulado.

Fue identificado en 1840 por Christian Friedrich Schönbein quien además propuso el nombre.  Tiene uso industrial como desinfectante, ya que puede eliminar la mayor parte de olores, bacterias, virus, hongos, parásitos y otros microorganismos patógenos presentes en el aire; por eso, también es utilizado en la purificación y desinfección del agua.

Se encuentra en la estratosfera en estado puro en diferentes concentraciones entre los 10 y 40 km de altura sobre el nivel del mar, teniendo su mayor concentración alrededor de los 25 km. Por esta razón, se le denomina ozono estratosférico.  Cabe señalar sin embargo, que cuando aparece en zonas más cercanas a la superficie, es un contaminante que suele formar parte del smog el cual es creado a partir de reacciones fotoquímicas entre óxidos de nitrógeno (NOx) y compuestos orgánicos volátiles. A este último, se le denomina ozono troposférico para diferenciarlo del anterior.

La radiación UV que crea el ozono estratosférico, también lo descompone, generando así un equilibrio dinámico.  Este ciclo que crea y destruye ozono, consume la mayor parte de la nociva radiación, impidiendo que llegue hasta la superficie de la Tierra.  Así, la delgada capa de ozono que envuelve al planeta, actúa como un filtro que nos protege.

Desde hace décadas, algunas actividades humanas lanzan a la atmósfera átomos de cloro y bromo los cuales actúan como catalizadores que pueden destruir millones de moléculas de ozono en poco tiempo. 

El cloro se encuentra en los clorofluorocarbonos (CFC) que son gases utilizados de forma masiva en propelentes, así como en equipos de refrigeración y extintores; mientras que el bromo proviene de pesticidas, como el bromuro de metilo ampliamente utilizado en la agricultura.

El viento arrastra las moléculas de estos compuestos por las capas bajas de la atmósfera; no obstante, en el cinturón ecuatorial, las fuertes corrientes de vientos cálidos ascendentes, las transportan hasta la estratosfera a unos 25 km de altura.  En este punto, la radiación ultravioleta libera los átomos de cloro y bromo de sus moléculas originales y cada átomo puede catalizar la destrucción de centenares de miles de moléculas de ozono. 

Adicionalmente, las corrientes atmosféricas globales pueden hacer que los CFC se acumulen en el Antártico durante la larga noche polar.  Al llegar la primavera, la radiación incide sobre estas moléculas que una vez descompuestas, producen una rápida disminución del espesor de la capa de ozono en esta zona del planeta.

La disminución o destrucción de la capa de ozono implica un incremento de la entrada de radiación UV de alta intensidad que al llegar a la superficie de la Tierra tendría los siguientes efectos: aumento de la tasa de cáncer de piel; problemas de visión y daño del sistema inmunológico; interferencia en el proceso de fotosíntesis, que perjudica a los productores primarios y a los ecosistemas, por ende a toda la biosfera, incluidos los seres humanos al afectar el rendimiento de las cosechas y la disponibilidad de alimentos.

La abrumadora y unánime comprobación científica de que la concentración de ozono disminuía en toda la atmósfera a niveles peligrosos, motivó la adopción de acuerdos internacionales (Montreal, 1987; Londres, 1990 y Copenhague 1992) para limitar la fabricación de sustancias agotadoras de la capa de ozono.  Las políticas y medidas adoptadas por los gobiernos han permitido una reducción del 80 al 90 por ciento de la producción global de estas sustancias.

Gracias al compromiso internacional y a la voluntad política mantenida por los Estados, la concentración de cloro en la estratósfera ha comenzado a disminuir, al punto que algunos expertos opinan que el problema está en vías de solución. Sin embargo, la recuperación de la capa de ozono es un proceso que tardará décadas.  A finales de siglo, se estima que se podría volver al nivel natural, por lo que es necesario continuar aplicando los acuerdos de manera firme y dar seguimiento a la evolución del tipo y cantidad de gases que emitimos.


Bibliografía:
Aparicio Florido, J. A. (junio 2003) Contaminación medioambiental por ozono troposférico. Recuperado el 1º de mayo de 2012 de:

Ozono. Wikipedia recuperado el 1º de mayo de 2012 de: http://es.wikipedia.org/wiki/Ozono

Ciencia de la tierra y del medio ambiente. Disminución del ozono estratosférico. Tecnun. Recuperado el 2 de mayo de 2012 de:


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